Una madre siempre hace cualquier cosa por sus hijos…

Cuando tienes un hijo, lo haces sabiendo que el mundo no es lo que tú quieres para él, te encantaría traerlo a un lugar seguro, sin contaminación, guerras, delincuencia y enfermedades. Les das la vida con la ilusión y determinación, de luchar cualquier batalla por ellos.

Pero…
¿qué pasa cuando tu hijo sufre una enfermedad crónica?
¿debemos darnos por vencidas, abandonar todo?
¿debemos dejar de ser mujeres, esposas?

¡NO!

Las madres con hijos enfermos deben exigirse aún más, ya que aparte del cuidado especial que un niño con problemas de salud necesita también deben estar fuertes, firmes y mantenerse en todo momento enteras para que sus niños salgan adelante.

Cuando nacen con alguna enfermedad o ésta los hiere, es inevitable que te sientas triste, devastada, impotente, vulnerable… Pero aun así debes sonreír, estar orgullosa de tu hijo, priorizar lo que el niño necesita. Y aunque tengas que cambiar de casa o de ciudad, dejar tu trabajo, encargar a tus otros hijos con algún familiar, dormir en la calle, si es necesario, por ver a tu niño bien, lo haces sin dudarlo.

Sabes que tu hijo te necesita, que debes protegerlo, cuidarlo, escucharlo, amarlo, respetarlo, guiarlo… Y cuando te enfocas en esto debes tener presente que también eres mujer y que no puedes olvidarte de ti misma. Es un gran error pensar que no eres importante, porque sin darte cuenta descuidas tu salud, tu aspecto físico, tu pareja, tus otros afectos.

Se ha demostrado que cuando el niño está en el hospital por un largo tiempo y empieza a ver el deterioro de su madre, cae en depresión creyéndose incluso culpable de esta situación. En cambio, si ve a su mamá arreglada, cuidada y con una actitud confiada, tiene una mejor respuesta a los medicamentos y, en algunos casos, se recupera más rápido. No olvidemos que la percepción que tiene el niño de su entorno juega un papel importante en su salud y que el niño por más pequeño que sea, si ve que su mamá se sigue cuidando lo ayuda a sentirse más animado. Debes recordar que tú eres la columna vertebral de la familia por lo que cuidar de ti misma, te ayudará a sobrellevar la situación.

Necesitas comprender que como madre no tienes por qué renunciar a tu vida, a tu valor como mujer, a sentirte viva. No permitas que la rutina diaria y la enfermedad que ya está presente terminen con la hermosa compañía de tu pareja, de tus otros hijos si los tienes o de tus afectos. Sé madre y ama como toda madre lo hace, pero nunca dejes de amarte a ti misma.

Piensa que hacer “lo que sea” por tu hijo, abarca dedicarte un tiempo, tiempo para descansar, para verte bien, para tomar un respiro y seguir adelante con una buena actitud.. Recuerda que para tu pequeño, ver que su enfermedad no te impide vivir, es el mejor regalo que le puedes ofrecer.

Betty Jassan
Co-fundadora de UNICA. Presidenta Vamos Para Adelante A.C.
Consultora de Imagen y maquillista profesional. Dirige una fundación de ayuda a niños en situación vulnerable, dando apoyo moral también a sus familiares.

Fotos: Fundación vamos para adelante (tres primeras) / Tumblr (última)

Share
error: Content is protected